La constitución de una Federación se pensó que sería una rápida solución a la crisis, pero no. Cada sociedad miraba por sus propios intereses, y mientras unos apoyaban a la Federación, otros formaron un organismo paralelo, la Unión de Clubes. La desilusión y el desencanto fueron la nota predominante también en el Madrid. Incluso la junta directiva tuvo que evitar la ‘dimisión’ del presidente, Adolfo Meléndez.
La duplicidad de competiciones y de intereses no debilitó la expectación por el mundo del balompié. Los aficionados seguían acudiendo a ver a su equipo. El Madrid, con el cambio a O’Donnell, había dado un primer paso hacia la profesionalización. Más espectadores, más recaudación y más presupuesto para fichar jugadores. El nuevo campo era el mejor de la Villa y Corte, con una capacidad de 5.000 espectadores.
La temporada 1915-1916 se saldó con una brillante actuación en el Campeonato de España. Subcampeones tras vencer en una épica semifinal al Español y caer en una no menos enconada final ante el Athletic de Bilbao. Las circunstancias de aquella final dejaron secuelas y terminaron con la dimisión días después de toda la junta directiva. Pedro Parages tomaba el mando en detrimento de Adolfo Meléndez. El cambio dio buenos frutos y, a la temporada siguiente, el Madrid volvía a ser campeón de España.
En plena juventud, el entonces delantero del Real Madrid disputa un balón, junto a otros jugadores. Dejó una imborrable huella como futbolista.
Con el campo ya vallado, el estadio de O’Donnell fue el primero en propiedad del Real Madrid. La imagen corresponde a un clásico Madrid-Atlético de Madrid (entonces Athletic de Madrid).
Alineación del Real Madrid que se hizo con el Campeonato de la región Centro, al vencer por 3-1 al Atlético de Madrid (entonces Athletic de Madrid). Bernabéu fue el autor del tercer gol, uno de los mejores que se le recuerdan.
El que fuera presidente del Real Madrid (1943-1978) disputa un balón ante el equipo rival, en su época como delantero del conjunto blanco (1912-1927).