El Real Madrid se clasificó para las semifinales de la Champions. Aquí tenéis mi crónica (que es algo larga, pero merece la pena leerla) y opinión sobre los dos partidos: el 0-3 en Turín con la alucinante chilena de Cristiano Ronaldo y el 1-3 en el Bernabéu con el sufrimiento que vivimos los madridistas hasta el minuto 99, sí, 99.
El partido de ida fue perfecto. El Real Madrid se adelantó pronto en el minuto 3 con un gol de Cristiano Ronaldo que me recordó al tercer gol de la Duodécima, solo que esta vez fue por la banda izquierda en lugar de por la derecha. Ya en la segunda parte, el portugués, que está on fire, marcó un gol para el recuerdo. Esa pedazo de chilena que nos dejó a todos paralizados y con la boca abierta. Esa chilena que el portugués había intentado hacer durante toda su carrera. Y por fin la ha conseguido (con el Real Madrid porque hizo otra chilena con Portugal). En el minuto 75, Marcelo marcó el gol que hizo el 0-3 definitivo en el minuto 72. Todo muy bien hasta aquí. (Sigue por debajo de las fotos).
Tras el pinchazo del Barça, en el que no voy a entrar demasiado, y la remontada de la Roma, yo misma pensé que el Madrid debía tener cuidado a ver si los juventinos se iban a entusiasmar e iban a remontar la eliminatoria de cuartos. Y parece que fue así. En el Bernabéu, la Juventus se adelantó en los primeros dos minutos con un gol de Mandzukic. Lo malo es que cerca ya del descanso, ocurrió una jugada bastante parecida y el mismo jugador volvió a marcar. Zidane, viendo que nos iba a pasar lo que le sucedió al Barcelona, hizo dos cambios algo arriesgados: quitó a Casemiro y Bale y metió a Lucas y Asensio. A la hora de partido, en una jugada en la que Keylor Navas no coge bien el balón, nos marca Matuidi el 0-3. ¿Y ahora qué? ¿Nos vamos a la prórroga o nos van a meter otro y nos eliminan? A partir de ese momento, los madridistas empezamos a sufrir. Y mucho. El corazón nos iba a mil. Todo el tiempo que pasó desde el tercer gol de la Juve hasta el penalti fueron momentos de sufrimiento total. No olvidemos que en la primera parte, el árbitro anuló un gol a Isco por fuera de juego. En fin, minuto 92 o 93, no sé exactamente. Un defensa de la Juventus tira a Lucas Vázquez en el área. Penalti. Vale, muy bien, penalti, pero ahora hay que meterlo. Buffon fue expulsado con roja directa porque en cuanto el colegiado señaló el penalti, el portero no hizo más que gritar y protestarle. Sale el portero suplente sin haber calentado. Los jugadores juventinos no hacían más que querer destrozar el punto de penalti. Qué momentos de tensión y nervios. El árbitro pita y Cristiano marca por toda la escuadra. El Bernabéu estalla de emoción. Cristiano Ronaldo nos había salvado. Nos habíamos clasificado para las semifinales.
Ha sido una eliminatoria, la verdad, muy igualada y estoy muy orgullosa de no tener que estar escribiendo una crónica diciendo que el Madrid está eliminado, lo que hubiera supuesto que ya no ganaríamos ninguna competición importante este año. Nuestro rival en semifinales será el Bayern de Múnich. Casualmente, justo el que yo había pensado. Luego hablarán de bolas calientes... PSG, Juventus y ahora, Bayern. Toma tres rivales difíciles. La otra semifinal será Liverpool - Roma. Solo le deseo mucha suerte al Real Madrid y que ojalá esté el 26 de mayo en Kiev.
